La literatura y el mal
Barcelona, 30 de enero de 2015
Textos propuestos:
Bataille: La literatura y el mal. Nortesur Omnibus 3. Traducción de Lourdes Ortiz. Postfacio de Luis Antonio de Villena. Cronología y bibliografía de Domingo Rodriguez. Barcelona 2010.
Emily Brontë. Cumbres borrascosas. La edición que yo manejo es: Debolsillo, Barcelona, 2013. Traducción de Nicole d’Amonville Alegría.
“Sobre los altos acantilados del no saber” (1)
Es una manera de traducir Heathcliff. Cliff es acantilado en inglés.
Heath es brezo en inglés, aunque los apellidos no se traducen, este apellido podría significar: acantilados de brezo (2).
Este protagonista es un hombre sin apellido o sin nombre. Se hipotetiza que sea hijo de Earnshaw.
Este (hijo) expósito, sería el regalo que trae el padre a la casa familiar.
El “no saber” es la traducción que hace Lacan del inconsciente freudiano.
Emily Brontë, ocupa el mismo lugar frente al amor y la pasión, que no conoció.; que Bataille, con respecto al no saber del inconsciente la muerte es la verdad del amor igual que el amor es la verdad de la muerte.
Todos los comentadores enfatizan la idea de que Emily Brontë no conoce la pasión pero que sí conoce el amor. El erotismo, según Bataille, sería la ratificación de la vida hasta la muerte. El no saber es, según Bataille, la negación del porvenir, es el instante. El instante es lo que hay que privilegiar para llegar al verdadero saber en este no saber (previsto).
La verdad tiene que ver con el no saber, es un relámpago instantáneo (Lacan), pero que está tomado de Bataille.
La verdad de la vida anímica del sujeto, presentada en la ambigüedad paradójica.
Earnshaw: Mostrar la propiedad. (Haciendo un pequeño juego de letras y de palabras, cambiando la “a” por la “o”, quedaría “earnshow”) (3)
Heathcliff, es el expósito, el que viene a la familia, traído de no se sabe donde (quizá pueda decirse que es un hijo incestuoso).
Heathcliff, muestra el desencadenamiento pulsional sádico. El deseo pasando el límite, invierte el amor en fuerza de destrucción. Siendo freudiano, lo que se propone es destrozar la cultura, la cultura que Catherine encuentra en los vecinos de abajo, en la Granja de los tordos. Por la mordedura del perro que la deja convaleciente durante unas semanas y la aleja de Heathcliff y de las brusquedades que comparte con él. Esto se puede considerar como el intento de acabar con la infancia, vista como la necesidad de acaparar todo en el instante. La sexualidad infantil, es la teoría más controvertida del freudismo, que dice que la satisfacción infantil pide siempre la inmediatez.
Entonces Catherine, saldrá de la infancia, al entrar en la “Granja de los tordos” y abocarse al futuro de casarse con Edgar Linton.
Nassif, hace hincapié en el hecho de considerar que esta novela está muy bien estructurada, casi se puede decir que es como una mitología pagana. La tranquilidad de la casa de Linton, frente al frenesí de “Cumbres borrascosas” con Heathcliff a la cabeza. El final, se podría decir, desde un punto de vista lacaniano, que es una reconciliación entre lo salvaje y lo cultural. La batalla interminable entre la Naturaleza y la Cultura.
En cuanto a la estructura literaria.
Se nos presentan tres tipos de personajes:
Testigos, víctimas y actores.
Los testigos son los narradores. El inquilino que alquila la granja (La Granja de los tordos), es un narrador ajeno, pasivo. El ama de llaves, Ellen Dean, es la que cuenta todo lo acontecido en estas dos casas. Es una narradora que podría equivaler a la posición que ocupa el analista y su función, ausente algunas veces y presente otras. Podría entonces decirse que la carta que dirige Catherine a Nelly (Ellen) contiene las cosas que se dirían aun psicoanalista, en el transcurso de las sesiones. (Nassif, insiste en este punto en el hecho de no gustarle mucho hacer una lectura psicoanalítica de una novela, pero en este caso podría atribuirle a Nelly, este personaje narrador, este valor de escucha)
Otros testigos: el viejo Josef, que habla el lenguaje terrenal del pueblo y que encarna la religión (que está completamente ausente salvo por las caricaturas que se ponen en boca de Josef, y que son citas bíblicas).
Las víctimas:
El hijo, Linton, es el arquetipo del masoquismo. El padre, Linton, que pierde su fortuna a manos de Heathcliff. Son las víctimas. También, Catherine (madre). También, Hareton, pero que logra escapar de las garras de Heathcliff, para ponerse al lado de Catherine (hija).
Los actores:
Heathcliff, es la encarnación de la mística del mal.
El viejo Earnshaw, es un actor, porque trae a Heathcliff a la casa. Catherine (madre) cuando dice, “yo soy Heathcliff”. Catherine (hija), cuando logra escribir la carta para pedir se rescatada de las garras de Heathcliff.
Lo que nos cuenta Emily Brontë en la novela, según Bataille, es entonces, el concepto de la infancia que se interesa al (por el, en el) (4) instante, pero que está tomada en la repetición. El significante que pasa de un significante a otro sin solución de continuidad. Esta infancia que todos estos creadores intentan recuperar… que sea Baudelaire, Kafka, Proust o Emily Brontë.
Se hace una comparación, por los críticos, de los personajes de esta novela con los personajes de las novelas de Dostoyevski.
(1) Se insiste en el carácter telegráfico de algunas notas, tomadas a vuelapluma en el transcurso del encuentro.
(2) Nota añadida el transcribir los apuntes.
(3) La nota entre paréntesis es mía y está añadida al escribir el texto para ser publicado.
(4) El paréntesis es mío y es para aclarar una diferencia idiomática entre el francés españolizado y el español. Que resulta muy bonito al escuchar hablar a Nassif diciendo “al instante” pero queriendo decir, “por el” o “en el”. No es un interés instantáneo por algo sino por el instante mismo.