Lo que entiendo por soberanía
El texto propuesto sobre el cual trabajaremos hoy es:
Lo que entiendo por soberanía. Georges Bataille. Ediciones Paidós. I.C.E. de la Universidad Autónoma de Barcelona. Barcelona-Buenos Aires-México.
Traducción de Pilar Sánchez Orozco y Antonio Campillo. Barcelona, 1996.
Anotaciones previas, realizadas por mí, con párrafos tomados literalmente del texto de Bataille:
Defino la soberanía sin mezcla: el reino milagroso del no saber. (Pág. 68)
El arte es siempre la respuesta de la esperanza suprema de lo inesperado, de un milagro: por eso la medida del arte es el genio, mientras que el talento remite a los medios racionales, explicables, y cuyo resultado nunca tiene nada de inesperado. (Pág.72)
Por eso de una manera fundamental, vivir soberanamente es escapar, si no de la muerte, al menos de la angustia de la muerte. No es que morir sea odioso-pero vivir servilmente es odioso. (Pág. 83)
El hombre soberano vive y muere de la misma manera que el animal. Pero sin embargo es un hombre. (Pág. 83)
En efecto la subordinación está siempre sometida a la necesidad, la subordinación está siempre en el fondo de la pretendida necesidad de evitar la muerte. (Pág. 85)
Anotaciones en el encuentro de grupo:
El psicoanálisis como lo que se puede situar en el terreno de la ficción-es decir, de lo que se lee y de lo que se escribe-.
El psicoanalista está, o debe estar, en la posición de prescindir de la soberanía del objeto exterior, Recuperar la soberanía del propio sujeto.
Se trata de entonces, de restablecer el momento en el que nada importa salvo el momento presente. Proporcionando el momento soberano en el que se dispone del mundo.
Lo que propone un psicoanalista para despegar del sufrimiento, es el momento fascinante milagroso, donde se logra decir lo verdadero, lo que es tan necesario como el pan para poder vivir. Lo que pueda producir la efusión de la risa o de las lágrimas. Se trata en otras palabras de levantar la represión.
El psicoanálisis no propone una ciencia, sino dejarse enseñar por la acción misma. Lograr el privilegio de estar en acto, que no tiene las metas de almacenar un saber, ni para incrementar los conocimientos de la ciencia. Llegar a prescindir totalmente de la utilidad.
Proponer un espacio para que el conocimiento pueda tener lugar en el instante soberano. Lo que nos importa soberanamente es que el deseo nos permita gozar.
El instante milagroso en el que la espera se resuelve en nada.